"Tenga fe en usted; fe en el infinito. Antes de empezar, debería recordar que: ¡La fe es el elixir eterno que da vida, poder y acción al impulso del pensamiento!"
Napoleon Hill
Por un tiempo, mis pensamientos se enfocaban en tener que hacer todo perfecto y en mostrarme perfecta, creyendo que eso era indispensable para lograr lo que más deseaba. ¿Sabes qué fue lo que aprendí? Que las acciones basadas en esas expectativas de perfección sólo me llevaban a frustración. Nunca era perfecta según mi punto de vista.
Comencé a preguntarme: ¿qué me estoy diciendo diariamente?, ¿mis pensamientos me generan energía o me desgastan?, ¿me están construyendo o destruyendo?, ¿están mis pensamientos alineados a mis propósitos?
Los pensamientos poseen la capacidad de generar ideas, actitudes y acciones, así como también, poseen una energía creadora de emociones y sentimientos. Se puede decir entonces, que son los creadores de los matices de nuestra vida.
En estos tiempos de COVID-19, son momentos en dónde la incertidumbre prevalece, y si nos dejamos llevar por nuestros instintos, y no por nuestra consciencia, podemos tender a conectarnos con las noticias o situaciones negativas, por lo que nuestros pensamientos pueden jugar en nuestra contra, bajando nuestra energía creadora.
Desde mi experiencia puedo afirmar que estos pensamientos pueden generar hasta enfermedades, “el cuerpo dice lo que la mente calla”. Sin embargo, cuando pensamos en las oportunidades que la vida nos brinda a diario, y nos conectamos con las bendiciones que cada situación trae consigo, generamos fe y esperanza, elevando consciencia.
Si te preguntas, ¿cómo logré sacar el pensamiento de perfección de mi mente?, fue sencillo: primero me di cuenta que estaba incurriendo en ese pensamiento, lo segundo fue darme el permiso y oportunidad de cambiar y lo tercero fue hacer el cambio de conectarme con mi propósito, sin expectativas ni juicios, elegí escuchar los pensamientos más profundos de mi corazón, a escucharme detenidamente con consciencia y hacer de mi mente una aliada en este camino.
Te diré un secreto, para transformar el mundo: mantente conectado siempre a pensamientos positivos, reconoce la enseñanza de cada situación, sonríe, aunque no quieras, piensa en algo que te haga sonreír, eso cambia tu energía y cuando tu energía esta elevada en positivo, eres capaz de cambiar la de tu entorno e incluso de las personas a tu alrededor, piensa… ¿qué es lo que más deseas en la vida?
Tenemos esta pequeña ventana para recomenzar cada día, para vivir con pasión, con un propósito que se refleje en tus acciones, con una energía llena de luz, esa luz que se transmite e ilumina tu camino y el de otros. ¡Hagamos de esto una oportunidad para sembrar más consciencia y transformar nuestro mundo!
Cuídense mucho, los amo. Con mucho cariño, Meli.
Fotógrafo: Miguelangel Miquelena