“La felicidad es interior, no exterior, por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos”
-Pablo Neruda.
En la cotidianidad que vivimos sumergidos, la rutina, el tráfico agobiante, el estrés del trabajo y la alterada sociedad que presenciamos hoy en día, hace que pidamos de forma reiterada al universo días libres, rogando que lleguen las vacaciones de los niños o deseando el verano.
Quizá el momento para reencontrarse con muchos aspectos de tu vida, ¡ha llegado! Regalarte tiempo, amor, encontrarte con el YO interno y dedicar unas horas, minutos y días a ti, que rutina vas a incorporar de ahora en adelante, preparar una comida exquisita esa que tenías tiempo sin cocinarles a tu esposo y tus hijos y tanto te la pedían, eso es alimentación para el alma.
La vida se hace diferente cuando comienzas a verla de otra manera, no por las situaciones o las demás personas, depende sólo de ti y lo que quieras y si de querer hablamos lo que te hace feliz es pasar un día de estos en pijama ¡hazlo!, sentarte y reflexionar en el sofá por un largo rato con una taza de té ¡prepáratelo!, ver todas las series que nunca has visto en Netflix porque nunca hay tiempo ¡es el momento!, disfrutar un postre improvisado con tu familia y comer más de la cuenta porque los kilos no importan ¡gózatelo!, ese es el verdadero secreto de la felicidad.
Y sí, seguramente notarás esa presión social de las cuentas de redes sociales que hacen que te autoexijas queriendo tener la vida irreal y perfecta de personas que te dicen cómo llevar un estilo de vida en estos momentos, espacios virtuales llenos de incontables ejercicios sin sudor, recetas cero calorías y rostros llenos de filtros en las historias. Pero ¿realmente esa es tu realidad? ¿no crees que este es el instante para regresar a tu esencia? lo realmente importante para ti, si quieres que algo cambie ¡comienza por cambiar TÚ!
Hoy quiero motivarte a que te tomes el tiempo de desconectarte con la superficialidad y logar la conexión contigo y los tuyos, logra el equilibro y transforma el rumbo que lleva tu vida.
Con cariño, Haydalic