Existe una notable evolución del sector de la belleza y el cuidado personal durante los últimos años. El fenómeno estético presente en las redes sociales, el auge de compartir nuestras rutinas de belleza y buscar nuevos productos en internet que ayuden a mejorar nuestra salud física, se intensifica ahora con el avance de la tecnología.
Firmas destacadas de este sector presentan actualmente toda clase de dispositivos que mejoran la aplicación de tratamientos, cremas, aceites o cualquier tipo de producto de la forma tradicional a la que estábamos acostumbradas. Ahora, existen limpiadores faciales eléctricos, rodillos de piedras minerales, tratamientos bucales con luces ultravioleta y muchas otras herramientas que complementan y amplían los efectos de los productos para el rostro, el cuerpo o el cabello.
Admito haber caído en la tentación de probar estas famosas “beauty tools” así que hoy les cuento mi experiencia y los beneficios de una de mis favoritas: El rodillo de jade.
Aunque recientemente se popularizo en el mundo occidental, el rodillo de jade ha formado parte de los regímenes de belleza chinos desde al menos el Siglo VII, algo que nos reafirma una vez más que en oriente se encuentran los secretos beauty mejor guardados.
Este rodillo se ha vuelto una parte importante de mi rutina de skincare, es ligero y muy fácil de usar. En cada extremo se encuentra una piedra natural de jade verde de diferente tamaño para diferentes zonas del rostro. La piedra de jade, por su suave textura y su temperatura fría permite estimular y masajear los vasos sanguíneos de las capas superficiales de la piel para minimizar la hinchazón, el tono desigual de la piel, etc.
«Fuera de la zona de la nariz, lo hago rodar de forma ascendente en la frente, las mejillas, la garganta y el área del escote>
Los resultados que se obtienen a largo plazo utilizando esta herramienta son maravillosos:
Remueve el exceso de fluido debajo de los ojos, minimizando la hinchazón.
Ayuda a liberar la tensión de la mandíbula.
Favorece una mejor penetración en la piel de los productos que utilicemos.
Drena las toxinas de la piel e incrementar la circulación de la sangre.
Ofrece un suave efecto calmante y disminuye la apariencia de líneas finas.
Favorece un incremento de colágeno al estimular la piel de manera mecánica con sus rodillos.
Una piel más luminosa, firme y uniforme.
Puedes utilizarlo cuando quieras y a cualquier hora del día, yo lo hago en las mañanas porque es cuando suelo estar más hinchada, te recomiendo mantener una rutina constante para ver los resultados. Puedes utilizarlo con la piel seca o después de tu rutina de limpieza, crema, sérum, etc, para que además, estos productos penetren mejor. También puedes guardar tu rodillo de jade en la nevera para que cuando lo vayas a utilizar esté aún más frío y la sensación de relajación, bienestar y calma de tu piel se incremente.
Estoy segura de que esta tecnología ancestral puede ser un increíble arsenal de belleza, así que ¡a rodar!
