La moda y el bienestar son dos conceptos que van muy de la mano. Cuando nos vestimos, nos arreglamos y nos ponemos bonitas, automáticamente nuestra actitud se eleva, se enciende. La elección de nuestra ropa puede llegar a ser un reflejo de cómo se encuentra nuestro ánimo.
¿Recuerdas la época de la pandemia donde no nos quitábamos las pijamas y estábamos deprimidas, un poco desarregladas y descuidadas? Esos años fueron duros y muy tristes. La manera en la que nos vestíamos, reflejó nuestro interior. Tanto así que la tendencia se fue a lo cómodo y descuidado. Una vez pasada la etapa más dura de la pandemia, volvimos a ver los colores, los cutouts, la ropa más atrevida, celebrando precisamente que pudimos superar esa etapa de nuestras vidas.
La moda también representa nuestra identidad ¿Cuántas veces buscamos el look ideal para una entrevista de trabajo o para una primera cita? Por ejemplo, en la adolescencia, la moda también formó parte de nuestra identidad grupal para sentir que eras parte de alguna comunidad.
El problema está cuando dejamos de ser nosotros por cumplir con un estereotipo estricto o demasiado específico referente a la moda, porque al final, uno puede ser quien quiera ser por medio de la moda. Si un día quieres vestirte de negro y otro de rosado, esa decisión no debería hacerte sentir que cambias de identidad, al contrario, lo que estás haciendo es probar y experimentar con estilos que te hacen ser tú.
La ropa también puede potenciar o disminuir nuestra seguridad. Por ejemplo, si estamos usando prendas teñidas al cuerpo, puede que nos sintamos cómodas, pero también podemos llegar a usar ropa holgada para evitar que observen nuestra figura real.
Sin embargo, hoy quiero que te lleves una reflexión… Pregúntate cómo te estás vistiendo; si eso es lo que verdaderamente quieres y te hace sentir como la persona que realmente quieres ser, bien sea hoy o en los próximos cinco años… ¡Sé fiel a tus outfits! No hay forma de vestir correcta o incorrectamente. Lo importante es que esté acorde a nuestra forma de pensar y nos haga sentir cómodos. No debemos preocuparnos por lo que las demás personas opinen si nosotros nos sentimos bien.