Si algo he aprendido a lo largo de mi vida, y lo he confirmado al convertirme en Miss Venezuela, es que todo lo que nos sucede tiene una razón de ser y un propósito claro, aunque muchas veces no lo podamos ver a simple vista.
Lo importante es saber que tenemos el poder de decidir cómo impacta en nosotros cada experiencia que se cruza en nuestra historia.
Desde muy pequeños empezamos a compararnos con los demás, algunos pueden cuestionarse el país en que nacieron, su familia, su poder adquisitivo, la educación que recibieron, los viajes que aún no realizado, los bienes que todavía no se han comprado; la orientación sexual que los define, su físico y hasta su color de piel… Si te identificas con alguna de estas situaciones debes saber que las puedes aprovechar a tu favor.
Transforma tus circunstancias
Tus circunstancias pueden cambiar en el segundo en el que decides cambiar tu actitud y empiezas a construir tu realidad, esa que deseas, a partir de acciones concretas. Esto lo escribo con la certeza de saber que es real, porque así lo viví por muchos años.
Desde muy pequeña me visualizaba como Miss Venezuela, siempre esperando el momento perfecto, cumplir la edad ideal, estar más delgada, sentirme más segura, adelantar mis estudios, mejorar mi dentadura, tener un poco más de estabilidad financiera, y así iban pasando los años en los que posponía dar el primer paso y tomar la primera acción que me llevara a donde quería realmente estar.
Lo que no me daba cuenta es que me estaba dejando llevar por el entorno, estaba procrastinando en ese sueño por mis inseguridades, hasta que un día decidí dejar todo lo que me detenía en un segundo plano y dije “este es mi año”. Lo que no esperaba es que por dos años seguidos la vida me dijo que no, que ese no era el momento, y no fue si no al tercer intento que lo logré.
Y si crees que me frustré, sí, fueron días infinitos de frustración, pero la determinación, la constancia y el siempre tomar acciones orientadas al objetivo claro, fue la clave. Es allí donde está el poder de tu historia, en eso que crees que es una “desventaja”, porque créeme, sí tienes la suficiente valentía y habilidad para transformarlo en algo que valga la pena contar.
Vive cada día como un capítulo de una historia que tiene el poder de impactar a otros y es valiosa de compartir, de ti depende que tan interesante e inspiradora será.
¿Qué título le pones a la tuya?
Con cariño, Mariangel.
Fotografía: @soyundavid y @alejandro.arrias