Ser exitosa en un mundo que tiene ciertos parámetros y que constantemente está evolucionando a veces puede parecer una tarea difícil, pero en los últimos años más y más mujeres han alcanzado puestos y logros en diferentes campos, demostrando lo poderosa que podemos ser.

Una creencia común es que el triunfo depende de las circunstancias, de la suerte, o incluso de factores como las personas que conoces y tu posición económica. Es cierto que las condiciones favorables pueden facilitar el camino hacia tus objetivos, pero no son cruciales.

Para mí el éxito comienza en un lugar sencillo: en ti; en ese impulso, manera de pensar y actuar que te permite emprender y conseguir las oportunidades adecuadas en el momento preciso.

Esta semana veía con gran admiración a una mujer convertirse en Vicepresidenta electa de los Estados Unidos, Kamala Harris, haciendo historia por ser una mujer de color, hija de inmigrantes y la primera en obtener este cargo. Un símbolo grandísimo de cambio, avance e inspiración. 

Recordé también que Stéphanie Frappart fue la primera mujer en ser juez en un partido de fútbol masculino en la UEFA Champions League, la máxima competición de clubes europeo; demostrando que se pueden romper paradigmas y que no hay barreras cuando tenemos nuestras metas claras.

Todas somos mujeres capaces de alcanzar un alto cargo político, de ser directoras de empresas, de lograr una corona, de inspirar y de poco a poco ir escalando en cualquier ámbito que deseemos.

Así que te invito a entender ese éxito que ya está en ti, a impulsar tu crecimiento, salir de tu zona de confort y expandir tus horizontes porque no hay límites cuando las posibilidades son infinitas. Cree en ti, en tus capacidades y logra, con pequeñas acciones diarias, convertir el triunfo en un estilo de vida.